Apaga la sed. Bebe agua
Es importante que los niños se acostumbren a tomar agua. Esto les permitirá estar hidratados y mantener su peso estable ya que cuando son pequeños pierden más cantidad de agua de su cuerpo que los adultos.
Sé un ejemplo para él, que te vea beber agua y ofrécele entre 6 y 8 vasos al día. Si les damos muchas bebidas dulces, asociarán la sed con ese sabor dulce lo que provocará un rechazo del agua y un mayor consumo de azúcar.
APÚNTATE A LOS PRODUCTOS BIO
• Porque son saludables, aportan una mayor concentración de nutrientes y vitaminas.• Porque tienen máximos niveles de calidad, conservan el sabor, textura y el olor que les caracteriza.
• Porque no contienen sustancias químicas, nocivas para la salud y el medio ambiente.
• Porque son sostenibles con el medio ambiente y respetuosos con la naturaleza.
• Porque son respetuosos con el bienestar animal.
Comer es divertido
• Haz que participe en la cocina contigo. Deja que te pase los alimentos que necesitas o que mezcle algunos alimentos con sus manos. Se ha demostrado que se comen mejor la comida en las que ellos han participado.
• Que te acompañe al supermercado y enséñale nuevos alimentos y si le interesa alguno, intenta comprarlo para que lo pruebe, al fin y al cabo ha sido decisión suya y seguro que lo verá con buenos ojos.
• Enséñale a poner la mesa y refuerza su actitud con lo bien que le ha quedado. Pídele consejo sobre si la mesa queda más bonita con las servilletas dobladas o sin doblar. Hacerle participar en las decisiones le hará sentir importante en el momento de la comida.
• No obligues a comer más cantidad de la que él desea frente a un nuevo alimento. Si forzamos a “una cucharadita más” corremos el riesgo de que desarrolle una actitud negativa frente a ese alimento y sobre “lo nuevo”.
Frases de madre. Leyendas urbanas
Buceando en la sabiduría popular hemos encontrado varias frases sobre alimentación que nuestros nutricionistas han desmentido. Estas son algunas de las más comunes:
“¡Tómate el zumo de naranja rápido que ser le van las vitaminas!”: Esto solo es correcto si congelamos el zumo o lo sometemos a temperaturas de hasta 120ºC. Así que no es necesario correr, podemos tomarnos el zumo con tranquilidad.
“¡No tires el agua del yogur, que ahí está todo lo bueno!”: Es cierto que en ese líquido se condensan gran parte de las proteínas, pero ni mucho menos podemos decir que lo mejor del yogur está ahí.
“¡No pueden bañarte hasta que no hagas las dos horas de digestión!”: La realidad es que los cortes de digestión los provocan los cambios bruscos de temperatura. Lo que significa que si te metes en el agua poco a poco, no deberías tener ningún problema.
5 razones para comer en familia:
1. Comer en familia ayuda a estrechar vínculos entre hijos y padres.
2. Se favorece la comunicación, aprendizaje y la escucha de los más pequeños, al participar en conversaciones con los padres.
3. Es el mejor momento para fomentar buenos modales y buenos hábitos en alimentación.
4. Puede prevenir la obesidad infantil.
5. Previene trastornos del comportamiento alimentario: anorexia o bulimia.
El Huevo: El Superalimento
Hoy queremos reivindicar las ventajas de un alimento tan básico en la alimentación como es el HUEVO.
Durante años hemos escuchado que la ingesta de huevo en la dieta diaria podía suponer un aumento de colesterol en la sangre debido al alto contenido de colesterol en la yema de huevo. Sin embargo, diversos estudios han revelado que lo que realmente incide en los niveles de colesterol en la sangre es el balance entre las grasas insaturadas-saturadas consumidas, y no tanto la ingesta de colesterol.
El huevo: Un alimento lleno de ventajas
El Huevo es un alimento muy saludable que posee un alto contenido en nutrientes como vitaminas, proteínas y minerales. Además de esto, el huevo es un ingrediente básico en la cocina, fácil de preparar y con buena relación calidad-precio. Los adultos pueden consumir hasta 6 huevos a la semana siempre que sigan una dieta variada y un estilo de vida saludable.
Por todo esto, para nosotros el huevo es un ¡Superalimento!
Al comprar, elige productos frescos
Los productos frescos aportan mayor calidad de los nutrientes que las opciones congeladas y enlatadas puesto que no se utilizan ni aditivos químicos ni conservantes.
Un alimento fresco tiene más fibra y agua que un alimento procesado, por lo tanto, nos dará más saciedad al consumirlo.
Los alimentos frescos conservan el sabor original de los alimentos y contienen menos cantidad de sodio que los productos procesados.
El tesoro de nuestra dieta mediterránea
Uno de nuestros mayores tesoros es la dieta mediterránea, por algo es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. No es solo una forma de entender la alimentación, es una forma de vida.
¿Cuáles son las claves de la Dieta Mediterránea?
1) Alto consumo de productos vegetales: Frutas y Verduras, Legumbres, Hortalizas y Frutos secos
2) Consumir pescado y huevos toda la semana;
3) Consumir moderadamente carnes rojas;
4) Tomar a diario productos lácteos bajos en grasa como los yogures; pan y productos derivados de cereales como pasta y arroces integrales;
5) Usar aceite de oliva virgen extra como aliño principal de nuestros platos;
6) La bebida principal es el agua, con un consumo moderado de vino tinto.
Los beneficios para la salud de la dieta mediterránea se basan en su alto contenido en Ácidos Grasos Poliinsaturados, Monoinsaturados, Omega 3; Vitaminas Antioxidantes y Fibra que ayudan a reducir el colesterol y protegen nuestro corazón. Según la OMS las Enfermedades Cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte en todo el mundo. No renunciar a comer como nos enseñaron nuestros padres y abuelos es apostar por una gran salud cardiovascular.
Cuestión de equilibrio
Comer de forma equilibrada no es difícil. En la variedad no sólo está el gusto sino también la salud y el bienestar.
Es importante comer una buena variedad de alimentos saludables teniendo en cuenta las cantidades diarias recomendadas de cada alimento según lo establecido en la pirámide nutricional, todo ello, sin olvidarnos de, un adecuado aporte de líquidos y una actividad física regular.
Deja la sal en el salero
El consumo de sal es elevado y no se recomienda consumir más de 5 gr/diarios para evitar enfermedades cardiovasculares en el futuro.
No es necesario añadir sal a las comidas y en caso de hacerlo es mejor la sal yodada.
Si compras comidas para tus hijos revisa las etiquetas para elegir aquellos que contengan menos cantidad de sal.